¡Vuela Mariposa!
Tomó un par de tijeras y cortó la parte restante del capullo. La mariposa salió con facilidad. Pero tenía el cuerpo hinchado, y las pequeñas alas encogidas. El continuó observando la mariposa porque esperaba que, en cualquier momento, las alas se agrandaran y se expandieran para sostener el cuerpo, que se contraería con el tiempo. Nada de eso pasó! De hecho la mariposa se pasó el resto de su vida arrastrándose con un cuerpo hinchado y las alas arrugadas. Nunca fue capaz de volar.
Lo que había hecho en sus buenas intenciones y prisa y lo que no comprendía, era que el capullo apretado y el esfuerzo necesario para conseguir salir a través de la pequeña abertura era la manera de Dios de forzar el líquido del cuerpo de la mariposa en sus alas para que estuvieran listas para el vuelo, una vez que lograra su libertad del capullo.
A veces, el esfuerzo es exactamente lo que necesitamos en nuestra vida. Si la naturaleza nos permitiera pasar por nuestra vida sin ningún obstáculo, nos atrofiaría. No seríamos tan fuertes como podríamos haber sido y nunca podríamos volar.
El autor de esta pequeña historia es anónimo, sin embargo se puede encontrar en todo internet.
Es una gran historia, que nos recuerda que en la vida todo tiene su razón y su propósito.
A veces es necesario pasar por momentos difíciles con el fin de aprender y crecer. A menudo no es fácil darse cuenta cuando estamos en medio del dolor, pero años más tarde sabrás que ese evento determinado abrió la puerta a un nuevo camino.
Un nuevo camino de una mejor comprensión de ti misma y de otros. Entonces sabrás y estarás agradecida por la lucha que tuviste que pasar, porque surgiste de una oruga a una hermosa y adorable mariposa.
Tu amiga,
Marlina
3 comentarios:
Bello mensaje, me llego al corazon. Gracias !
Lizy
Ay mi amor cuánto me alegro de que haya movido algo dentro de tí.
Sigue tu corazón siempre.
Love you,
Marlina
el secreto de la mariposa
Publicar un comentario